Final con vuelta al inicio
Se trata de un final muy fácil de pronunciar, que suena fantásticamente bien desde la perspectiva del público. Todo su efecto está dado por la sorpresa: una vez que ya pronunciaste el inicio y te metiste de lleno en el discurso, el público ya no estará pensando en tus palabras iniciales. Una vez que vuelves a hacer una breve referencia a ellas, se produce un efecto que unifica el discurso, ideal para terminar ahí mismo.
Es también una técnica de escritura que sirve para lograr que todo el desarrollo de la historia quede perfectamente «atado» en una estructura coherente.
Casi todas las técnicas de oratoria pública funcionan también en las conversaciones
Te pido que lo practiques en tus conversaciones, para que notes con qué facilidad se consigue un efecto contundente. La próxima vez que vayas a charlar con alguien, presta atención y recuerda qué fue lo primero que se dijo. Cuando quieras irte, lanza una referencia al inicio. Por ejemplo:
-Los inspectores de la intendencia han salido a multar a todo el mundo!
-Sí. Por lo visto están cortos de dinero.
Aquí sigue la charla normalmente, hablan de cualquier otra cosa y, cuando ya tienes que marcharte:
-Bueno, me voy antes de que vengan a multarme por estar aquí parado.
Este ejemplo es extremadamente simple, pero la técnica funciona sobre cualquier tipo de charla que tengas que debas pronunciar.
Etiqueta:cómo terminar un discurso