Cómo hablar en público sin trancarse
Si el alumno de oratoria tiene poca fluidez de palabra es perfectamente normal que hable a los tropezones, trancándose continuamente. Existen ciertos puntos específicos donde generalmente sucede este contratiempo al hablar en público, y el profesor debe estar atento al modo y momento en que sucede para aplicar el remedio correcto.
En ocasiones, el tropezón verbal ocurre en el momento de pasar de una idea a la otra. Es común que las personas -cuando están en el escenario, con un micrófono entre manos y delante del público- no encuentren la fraseología que les permita pasar de una idea a la siguiente con absoluta fluidez.
Hemos desarrollado una serie de técnicas que nos permiten precisamente eso: deslizarnos cómoda y naturalmente de una parte del discurso a la otra, como pasamos de la cocina al living de nuestra propia casa. Les llamo técnicas TOBOGÁN.
Habla en público fluidamente
Las técnicas tobogán permiten deslizarse fluida y naturalmente de una parte a otra del discurso.
Una de estas técnicas consiste en hacerse preguntas que eventualmente se esté haciendo el público mientras hablas y respondértelas tu mismo. Esa respuesta es, precisamente, la siguiente parte del discurso.
Supongamos que vengo explicando determinado concepto. Al terminar esa explicación puedo decir:
“Se estarán preguntando ustedes, ¿por qué es necesario que nosotros sepamos todo esto? Permítanme que lo explique…”
Y seguimos con la siguiente etapa del discurso. Fácil, ¿verdad? 🙂
A modo de ejemplo, puedes buscar en YouTube el discurso que pronunicó el Papa Francisco en Kenia. Allí se nota con mucha claridad el empleo de este recurso y se percibe la fluidez que inmediatamente proporciona a las palabras del orador.
Por otro lado, si observas el video que preparé y que está colocado al comienzo de este artículo, aprenderás una técnica que se utiliza para explicar con más claridad los mensajes complejos. El recurso consiste en utilizar imágenes, metáforas, analogías y comparaciones. “Vemos” con claridad aquellas ideas difíciles de comprender si las “escuchamos” con definiciones abstractas. Cuando el orador es un pintor de la palabra todo está más claro que el agua. Si es un libro de definiciones, todo oscuro como la noche.
Para comprender de qué se trata el ejemplo te recomiendo que mires el video de arriba.