Cómo hablar en público

Extracto del libro de oratoria de Ismael Linares “Tú, un león de la palabra hablada”, COMO HABLAR EN PUBLICO

La oratoria está conformada por técnicas muy específicas que eximen al orador de la necesidad de ser creativo. Por si no lo notaste, esta es una gran noticia para quien desee aprender a hablar en público. Para hablar como Kennedy no se necesita imaginación frondosa, inspiración de brujo o agilidad de pensamiento. Lo que acabo de decir va contra lo que piensa la mayoría de la gente, pero la mayoría de la gente nunca estuvo en una clase de oratoria como la gente. Esta no es una charla motivacional de bajo precio y te pido que continúes leyendo como si nunca hubieras escuchado nada sobre la ciencia y arte de hablar en público.

Para tomar la palabra disponemos de técnicas y estructuras concretas que, una vez aprendidas, pueden replicarse una y otra vez independientemente del tema a tratar. Hablamos –literalmente- de fórmulas casi matemáticas del tipo “complete los espacios en blanco” y todo lo que tiene que hacer el orador es llenar estos espacios con la fraseología que más convenga a la situación.

COMO HABLAR EN PUBLICO SIN NERVIOS

Disponer de específicas técnicas de oratoria es lo mismo que tener el ábrete sésamo de la palabra hablada. Nos permite salir de la carrera de la imaginación o de la creatividad. Ni la una ni la otra son condición necesaria para hablar delante de otras personas y hacerlo, además, con palabras que sean imposibles de ignorar. Durante todo este libro me voy a preocupar no sólo de explicar las técnicas con ejemplos cotidianos y discursos públicos, sino también de enseñarte de qué modo funciona la oratoria, cómo se la diseña, se la estudia, se la comprende y se la replica en todas las situaciones. Es necesario hacerlo porque la enseñanza en oratoria no es habitual y las personas llegan a adultas sin conocer ni siquiera los resortes más básicos. Será por esto –tal vez- que es vox populi que para hablar hay que nacer orador. Aprendamos técnicas y nademos fuera de la ignorancia, que a los misterios se les cae el velo una vez que aprendemos la ciencia que esconden.